En la mayoría de los hogares, el agua caliente se genera mediante calefones, termos eléctricos o calderas. De estos, el calefón es uno de los más utilizados en casas y departamentos, pero su buen funcionamiento depende de un mantenimiento adecuado, realizado por personal certificado por la SEC. Aquí te compartimos tres recomendaciones clave para asegurar su eficiencia y seguridad:
– Limpieza anual de ductos: En hogares pequeños, el consumo promedio de agua caliente representa un tercio del consumo total diario, lo que puede provocar la acumulación de sarro y residuos en los ductos del calefón. Para evitar obstrucciones y mantener un flujo de agua óptimo, se recomienda una limpieza profunda al menos una vez al año.
– Revisión de sensores de seguridad: Los calefones modernos cuentan con sensores que detectan la presencia de monóxido de carbono y, en caso de fugas, cortan automáticamente su funcionamiento. Para garantizar tu seguridad y la de tu familia, es fundamental revisar periódicamente estos sensores y reemplazarlos si es necesario.
– Regulación de la presión de agua: Las variaciones en la presión del agua pueden afectar el desempeño del calefón, provocando que la temperatura del agua no sea constante. Para solucionar esto, se recomienda instalar una bomba reguladora de presión en el sistema, asegurando así un flujo uniforme y estable.